02 septiembre 2023

Gracias, Peko

 Querido Peko:

Hoy, más que nunca quiero darte las gracias. Hoy que te has ido, necesito decirlo. ¡Ha sido tanto lo que nos has enseñado! Para muchos has sido un ejemplo, un modelo a imitar. Tu sonrisa, tu palabra, tu vida nos ha servido para encontrar momentos alegres, para compartir risas, llanto, emoción y felicidad. Muy grande la huella que has dejado. Una surco lleno de optimismo, generosidad, alegría y vitalismo.

Sé que físicamente no te veré más, pero te aseguro que siempre estarás presente. Y no sólo para mí. Han sido muchas las personas que conozco y que al enterarse me han hecho llegar su pesar. Empezando por mis hijos, familia, amigos, simples conocidos de aquí y de allá, de Madrid y del Baix Ebre. Todos te querían, todos te han disfrutado.

Tú, más que una persona, eras un personaje. Un personaje peculiar. Con tus costumbres singulares. Tu uso de la k en vez de la c, tu animadversión y rechazo a las máquinas infernales (tu llamabas así a toda máquina informática, como el móvil, el ordenador y demás artilugios ‘demoniacos’), tu bandera republicana expuesta en tu balcón desde hace muchos años, tu amor al nudismo que practicabas en cuanto podías, tu facilidad de acercarte a los demás sin cortapisas.



Te recuerdo en todos los ambientes en los que te he encontrado. Quién puede olvidar los buenos momentos que hemos compartido en Alitalia con Roberto y Gemma, o nuestros cabreos ante jefes injustos. Nuestros viajes a Roma (seguro que te acordarás que allá por los años sesenta me llevaste a una pensión donde había un tufo a alterne que quitaba el hipo), o aquellos posteriores que compartimos, primero a Amsterdam y años después a París.

Cómo olvidar al ingeniero de piedras que vivía allá en el Baix Ebre, en La Colina, aquel que nos invitaba a su casa, te recibía en pelotas y después de comer se levantaba a fregar los platos –era su gran contribución de ayuda a la Peka-- y a continuación se dormía la siesta, como obligación.

Qué decir de aquel sujeto (me refiero a ti) que visitaba Kabila y era capaz de comerse tres platos de judías o de compartir calçotada con sus hermanos y con nosotros. Eso sí, carne comías poca, porque bien que presumías de ser casi vegetariano –naturalmente a excepción del jamón, que para eso los cerdos comen bellotas--.

O cómo no recordar aquél día que en La Olivera, la finca de tus hermanos, fuimos a celebrar, con coña, una capillita que había puesto Carmina. Fuimos al encuentro con mi nieta Lucía –tenía dos años--, y que al verte desnudo, sólo vestido con una mitra y unos guantes de obispo, dijo aquello de: Jo, Peko, yo contigo lo flipo.

Qué agradable recordar nuestras comidas en Tortosa o nuestros bocatas en ‘Torrente’, o aquella excursión cuando un chino nos salió a ofrecer melocotones, cerca de Sant Blai. Cómo nos hemos reído, con ganas, con descaro. No puedo olvidar esa risa tuya de boca grande y esas lágrimas de gozo que nos provocaban y contagiaban.

Y también es para recordar nuestras comidas en Madrid, muchas de ellas con Gemma y Paco, donde tampoco han faltado los buenos y alegres momentos, nuestras risas clamorosas (sobre todo la de Gemma). En fin, no podremos repetirlo, pero de ninguna manera lo olvidaremos, y que quieres que te diga, que nos quiten lo bailao.

Podría extenderme mucho más, te lo aseguro, pero no quiero ser pesado y ojalá que esto sirva de punta de iceberg de todo lo que hemos vivido juntos, mucho y bueno, aunque nos hubiera gustado que fuera más.

No quiero dejar de hablar de otro personaje muy importante, sin el que tú no hubieras sido tú. Y ya sabes de quién hablo: La Peka. Tú, mejor que nadie, sabes lo que ha significado para ti. Casi todo. Ha sido tu soporte, ha llevado con dignidad y amor tu alegría y también tus excentricidades. Ha sido no sólo tu compañera, también tu máximo apoyo. Te ha cuidado, ha soportado tus ‘quistes’ y siempre ha estado ahí, contigo. Una prueba de su éxito como mujer ha sido sus hijos, a los que ha educado no sólo con cariño, también con libertad, dignidad y honestidad. Una familia modelo que siempre ha estado ahí y que hoy sigue unida y añorándote.

Sin duda, tendría que hablar también de tu lado político y social, pero para no hacer más larga esta misiva me remito al artículo que te escribí hace cinco años.

Gracias, Peko. Por todo. Por habernos acompañado y habernos dado tanto. Si tuviera que definir lo que es un amigo lo haría con la palabra: Peko. Y déjame que me siga desahogando contigo, porque aunque no estés, estás. Y como dijo el poeta ...tenemos que hablar de muchas cosas, compañero del alma, compañero.

Salud y República



14 julio 2023

Roberto: tal cual


Hace una semana que me dieron la noticia. Sabíamos cuál era su situación, pero siempre esperas que dure lo que no puede durar, que el tiempo dé una tregua. Me llamó Montse, su esposa, su guardián, su cuidadora impecable desde que hace años dejó de ser quien era. ¡Que tristeza vivir durante los últimos años sin saber que se vive, sin recuerdos, sin gente conocida, sin conciencia de existir! La noticia me llegó de sopetón, pero sin sorpresa.


Hacía mucho que no le veía. Unos cuántos años. Él, refugiado en Canarias, ya no conocía quién le llamaba, ya no reconocía a su propia gente, a veces para él, su hija o su mujer eran extrañas, nuevas en una vida ya añeja, desconocidas después de tantos años de convivencia.


A su problema de memoria, como para cumplir con el famoso refrán: ‘a perro flaco, todo son pulgas’, le diagnosticaron un grave problema del colon. Ahora, no sólo tenía desvalida la memoria, también las tripas.


La cosa empeoró y desde hace unos años ya no hablaba con él, sino con Montse. Él no me reconocía, a pesar de que su esposa le enseñaba una foto mía cuando se ponía al teléfono. Me hablaba sin sustancia, de cuestiones ajenas a ambos --y mira que teníamos una historia en común--, del tiempo, de política en cuestiones básicas, de su mujer o su hija a las que amaba profundamente y así me lo hacía saber, a pesar de que yo bien lo sabía. Repetía mantras y generalidades. Fue entonces cuando me di cuenta de lo inútil que era hablar con él. No sabía con quién estaba hablando y hacía esfuerzos imposibles para reconocer al otro, sin que pudiera conseguirlo.


Desde entonces, hablaba con Montse. Esa mujer abnegada que vivía para él desde que empezó a olvidar. Me contaba cómo estaba, si tenía dolores, si recordaba algo, si la reconocía, si se quejaba de sus ojos o si tenía dificultad para ir al váter. Afortunadamente, a pesar de sus males, las visitas programadas en paliativos parece que le domaban el dolor, haciéndolo más llevadero.


Pues sí, arriba y abajo. Cabeza y colon. Fue viviendo los últimos años con dificultad pero con la ayuda inestimable de su esposa y de los paliativos. También, Áurea, su hija que vive en Valencia, se acercaba a Tenerife cuando podía y le cuidaba, como seguro había hecho él con ella de pequeña.


Inmerecido. Éste es el adjetivo que se puede aplicar. Rober, fue un hombre bueno, inmerecedor de este final tan largo como injusto. Yo lo conocí bien. Podría decir que fue uno de esos pocos amigos íntimos, de verdad, que tenemos. Había trabajado muchos años con él en Alitalia. Y fue allí mi jefe durante cierto tiempo. Siempre he dicho que el mejor jefe que he tenido, y es verdad. Un jefe peculiar. Serio cuando tenía que serlo, y amable y cooperador con sus empleados siempre.



Recuerdo escenas que no podré olvidar nunca. Esas mañanas que empezaban con risas desaforadas, con lágrimas de alegría. Eran las ocho y sólo habíamos llegado, Roberto, Peko, Gemma y yo. Los cuatro decidíamos, antes de empezar a trabajar y de que llegaran otros compañeros, contarnos chascarrillos, criticar a otros, hablar de política, naturalmente con críticas a la derecha, a la monarquía y a las instituciones malditas que hacen la vida más difícil. Un día nos pilló el director general, el único día que llegó pronto, y recuerdo la escena como una fotografía: Roberto, Gemma y yo llorando de risa (no recuerdo por qué) y el Peko tratando, con su ojo pipa, de leer el periódico. El gran jefe sólo pudo decir, buenos días y se quedó mirando al Peko cuyo periódico, estaba a unos dos centímetros de distancia, debido a ese ojo vago que se empeñaba en hacer trabajar a la fuerza. Después, se marchó, quién sabe qué pensó, pero no hizo ningún comentario. Nosotros seguimos riendo, era nuestro cuartito de hora.


Sí, lo he comentado, Rober era un hombre peculiar. Tengo de él, además de muchos recuerdos, alguna que otra fotografía mental. Escenas inolvidables. Recuerdo alguna reunión en su despacho, con sus gafas puestas, las mangas de la camisa arremangadas, la corbata suelta y, cómo no, un cigarro en la boca –algo habitual-- cuya ceniza estaba a punto de caer. En su mesa, sin falta, un rollo de papel higiénico, que bien le servía para limpiar las gafas como para aliviar ese constipado que, a menudo, pillaba los inviernos.


Roberto empezó hace más de setenta años, trabajando de ascensorista en un hotel en Barcelona. Sin duda, en aquel momento no pudo imaginar que, años después, ese entrenamiento fue premonitorio y tendría que subir y bajar a diario, unas cuantas veces los once pisos de la Torre de Madrid, donde estaba la oficina.


Una de las últimas veces que le vimos los tres –Gemma, Peko y yo--, fue en su casa de Tacoronte, cuando celebramos su sesenta y cinco cumpleaños. Difícil olvidar cómo nos recibió, cómo nos acogió y cómo lo pasamos con él.


Duró lo que duró, desgraciadamente no tanto. Porque su vida fue extinguiéndose poco a poco, si es que se puede decir eso cuando los recuerdos son el olvido.


Decir que lo he sentido, creo que no es necesario. Decir que fue un hombre bueno, tampoco, toda su vida, a pesar de haber obtenido cierto éxito autodidacta en el trabajo, la pasó defendiendo ideas de libertad, de solidaridad y de justicia social. Nunca negó lo que pensaba, aunque eso a veces le creara problemas. Sincero, único, leal a sí mismo y a sus amigos: Roberto, tal cual.


Hasta la victoria siempre, compañero, estés donde estés.


Salud y República


14 diciembre 2022

Adiós, Kabila, adiós

 Ha llegado el momento. Sí, triste y alegre a la vez. Hemos pasado dieciocho años disfrutando de esta segunda vivienda que hoy ya no es nuestra. Razones varias, la distancia y otros factores que tienen que ver con la edad, han hecho que debamos dejar físicamente Kabila (así se llamaba esta finca) con tristeza pero con determinación y con los mejores recuerdos nos vamos de aquí.

Kabila ha sido nuestro reducto. A un kilómetro del Parque Natural de ‘Els Ports’ y a treinta del mar, ha sido un cobijo natural donde hemos disfrutado durante más de tres lustros de forma intermitente.

Dieciocho años. Mucho y poco tiempo. Intenso y tranquilo. Sí, un periodo importante que ha llenado la última parte de nuestras vidas. Allí, en esa Cataluña que muchos maldicen y que para nosotros ha sido un bálsamo, un verdadero descanso, un placer.

De un pequeño reducto, poco a poco, fuimos creando una casa placentera, grande, con porche y con garaje. Fue una obra que ha llegado a albergar a toda la familia, hasta nueve adultos y cinco nietos. Hijos, nietos, nuera, yernos y, en otras ocasiones, amigos. Como una casa rural que hoy se convierte en recuerdo.

Ha sido mucho lo vivido, lo sentido, lo ocurrido en Kabila por Lola y por mí, durante estos años.

Hacia el norte la sierra con el Mont Caro despuntando, hacia el sureste Tortosa y más allá el Ebro y el Mediterráneo. Y dentro, en la finca: olivos, almendros, algarrobos, pinos.

Un Parque Natural donde he corrido, caminado y donde he llegado a perderme, literalmente. Caminos y senderos salvajes llenos de árboles, de rocas, cuestas con un fondo de montañas con matices verdes, grises y marrones, incomparables. Montes tranquilos llenos de aire, luz, viento y sol. Donde el aroma de sierra llena el espacio. Un verdadero remanso capaz de tranquilizar al más agitado, o de hacer creer en la naturaleza al más urbanita.

Y qué decir de ese mar que se encuentra al lado de la desembocadura del Ebro. Esas playas a la derecha del río, desde la Isla de Buda hasta San Carles de la Rápita, anchas, largas y vacías, donde los arrozales te rodean durante muchos kilómetros antes de llegar. La playa de Eucaliptus, la de Trocadero y otras, tienen más de quince mil metros de arena fina y de olas manejables. Donde en pleno agosto sobra espacio para bañistas con sombrillas, niños, perros y tiendas de campaña.

Y siendo importante todo, no puedo por menos que recordar con preeminencia y cariño, mucho cariño, todas las personas que nos han acompañado en este largo viaje. Primero nombraré a mi vecina preferida, Mireia, que con su generosidad, ayuda y cariño ha sido siempre un soporte para nosotros, una amiga de verdad, con la que no tenemos sino agradecimiento por su disponibilidad constante y por esos ratos juntos, donde hemos compartido charla y alguna que otra comida.

Gracias a Mireia hemos conocido a amigos comunes y a su familia, así como a un personaje digno de mención principal. Me refiero a Musta, marroquí que nos ha ayudado a podar y limpiar la finca en alguna ocasión y que junto a su familia nos invitó hace días a una cena de despedida digna de un magnate. Menudo cuscús, una maravilla junto a una buena ensalada y a un postre gratificante.

Qué historia la de Musta, que cruzó en los bajos de una camioneta el Mediterráneo, para llegar a Almería, hace ya dieciséis años. Le costó más de mucho tiempo conseguir los papeles de residencia, hoy casado y con dos niñas, es un trabajador a tiempo totalísimo pero que ve cómo ha conseguido tener una vida mejor que la que le regaló su nacimiento.

Ha habido otros amigos conocidos aquí a los que nos gustaría dar las gracias, Agustí, el paleta que fue haciendo la casa, a nuestra medida, durante años. Ándres, el fontanero y electricista, un profesional como la copa de un pino que se ha convertido en un amigo querido y no sólo por su oficio. Y Xesca, la escritora de la zona, que nos ha regalado más de uno de sus libros y con la que hemos compartido más de una comida junto a los Pekos.

Qué decir de mis queridos amigos los Pekos, por los que descubrí esta tierra donde ellos vivian ya hacía años. Fueron una de las causas por las que vinimos, quizá la más importante, y sin ellos no se podría explicar nuestra estancia en estas tierras. El Peko trabajó conmigo durante muchos años y luego prejubilado se vino aquí. Años después llegamos nosotros, y ellos fueron nuestra guía. Gracias a su conocimiento de la zona, nos llevaron a pueblos, playas, lugares del Baix Ebre, y nos presentaron a gente local. Gracias a ellos, hemos conocido restaurantes, bares , paisajes y zonas de Tortosa y alrededores. A ellos se unen sus hermanos, Pepe ‘Tomba’ y Carmina. Con los cuatro hemos comido, hemos ido de excursión, hemos reído y penado, hemos pasado días memorables. Por recordar algunos acontecimientos: las reuniones en alguna de nuestras fincas para comer calçots o para celebrar algún cumpleaños. Nuestras risas, en más de una ocasión, por ejemplo cenando en ‘Torrente’, han dejado huella en Tortosa. Sólo hay una palabra que pueda expresarlo: inolvidable.

Aquí, a Kabila, han venido amigos a disfrutar de este paisaje, de esta zona junto a nosotros. ¡Y qué bien lo hemos pasado! Gemma y Paco, Roberto y Montse, Pepe y Maite, Santi y Herminia, Manolo y Naci, José Manuel y Mercedes o Carmen Lacambra, entre otros. Este sitio ha sido un punto de descanso para nuestra gente.

Ahora toca hablar de la familia. Todos nuestros hijos y nuestros nietos han pasado tiempo en Kabila. Es más, para mi hijo mayor y su familia, éste ha sido el lugar de sus vacaciones, durante casi todos los años, han disfrutado y han vivido en este entorno con placer. Sé cuánto sienten no poder volver, pero seguro que les quedarán recuerdos perdurables.

Con hijos, nietos y demás familia hemos pasado momentos gratificantes, anécdotas únicas. Recordaremos siempre a todos cuando estaban en Kabila. El encuentro de Lucía con dos años, al conocer al Peko. Una carrera con mi nieta mayor Paula. Los entrenamientos con Aída y Carmen, las excursiones con Curro y Javi a Els Estrets, Horta de Sant Joan y Valderrobres. Las comidas y cenas de verano de Fale, Vane y los niños, Fran con un chichón de mucho cuidado hecho en las escaleras, días de playa con Carmen, Alba y los demás. En fin, recuerdos que permanecen y permanecerán como fotos imborrables.

Además, han pasado por aquí otros miembros de la familia. Mis cuñadas Antonia y Quica, mi hermana Aurora con José Mari, y los sobrinos Gloria, Dani y Manolo con sus familias.

No quiero olvidarme de Rosendo, mi querido cuñado que pasó con nosotros mucho tiempo, durante varios años, y con el que hemos convivido con gusto y tranquilidad, y compartiendo su buen humor.

Y esto es todo. Mejor diría que es una pequeña parte, porque es difícil explicar en mil palabras todo lo vivido y sentido durante dieciocho años. Hoy, recordando este tiempo, siento añoranza. Es mucho tiempo de disfrute, pero sin embargo sé que ha pasado el tiempo de Kabila y que hay que mirar adelante. Llevaré a Kabila siempre dentro, pero desde Rivas. Gracias a todos los que han compartido con nosotros este viaje, porque todos han contribuido a hacernos la vida mejor.


Salud y República


28 julio 2022

Un hombre bueno: Luis Escriñá

Se veía venir y ocurrió. Ayer, mi amigo José Manuel me ha llamado y me ha dado la noticia. Luis, Luis Escriña, se ha ido. Eran muchos años los que llevaba herido de muerte. Un maldito ictus le prendió con ganas, y poco a poco ha ido marchitándolo. Hoy ya es historia.

Luis era grande, muy grande. No he conocido a nadie que sin pudor, pero sin inquina, fuera capaz de transmitir tanta energía de forma tranquila, sosegada, sin alzar la voz, pero con contundencia, con fuerza y con verdad, sobre todo con su verdad.

Conocí a Luis, en Rivas, por los años 83 u 84, y enseguida congeniamos. Nos unían muchas cosas, pero la mecha que encendió nuestra amistad fue nuestra afición a correr. Y sí, empecé a recorrer Rivas con él, cuando este pueblo apenas tenía tres o cuatro mil habitantes, entre matojos y yesos, entre piedras y caminos cubiertos de matorrales. Y juntos reíamos, charlábamos, cantábamos, por el camino hacia el casco viejo, siguiendo una vereda al lado de la vía del tren de Arganda, que todavía funcionaba.

Después, a nuestras carreras se unieron Jesús, José Manuel, Carlos, Rogelio, Antonio y algún otro que no recuerdo. Un grupo que recorría los Cortados a menudo, que daba la vuelta al municipio por placer y cuya amistad creció con las zancadas.

De ese grupo, Luis era quien corría mejor, sin quererlo nos vacilaba. Mientras que los demás íbamos con esfuerzo subiendo y bajando los caminos, él no se conformaba y subía o bajaba por los laterales sin pestañear y de forma natural. A veces, en verano, se desnudaba y corría en pelotas, fundiéndose con la naturaleza, diría él. Siempre hacía lo que le venía en gana, con la pericia, la valentía y la voluntad de un ánarquista redomado. Y sin hacer daño a nadie.

No olvidaré el día, uno de tantos, que salimos a correr con mi perra. Y, sin saber ni cómo ni por qué, en un acto extraño, Laika, se puso delante de la vía dejándose atropellar por el tren de Arganda, ese que decían que pitaba más que andaba. Él me consoló y seguimos corriendo, su compañía y su presencia me ayudaron a pasar el trago.

Luis, amigo, te aseguro que en esos miles de kilómetros, que fueron muchos, me enseñaste muchas cosas. Me alejaron un poco de la competitividad, de la que tú eras enemigo, me hicieron amigo del hombre más vitalista que he conocido. Un hombre al que no había que recordarle lo que es el ‘carpe diem’, porque lo practicaba de manera instintiva.

Últimamente teníamos menos contacto y cuando te veía, intuía que el tiempo no perdona y que tu deterioro era mayor. ¡Qué tristeza!, tú, que tanto has hecho por vivir, que tanto has luchado por pervivir, que tanto has soportado para sobrevivir, hayas tenido que malvivir sufriendo a la fuerza, a pesar de tus empeños inútiles para tratar de revertir la situación.

Eras una persona buena, pero nunca dejaste de criticar lo que sentías injusto. En tu trabajo, en la Escuela, en el Ayuntamiento, con los amigos, pero siempre ayudando. Yo mismo he sido, en ocasiones, blanco de esas críticas, con fundamento, con fuerza, sin resentimiento, sin rencor. Con tu arma favorita: la ironía.

He seguido tus pasos, aunque últimamente menos, y puedo decir con orgullo que tú has sido un maestro de vida. Hoy, que ha ocurrido el final, estarías orgulloso de ver a Lola y a mis hijos e hijas, los seis, llenos de tristezas y lágrimas por ti. Y así, estoy seguro, todo el mundo que te conoce y te quiere. Has hecho algo que pocos pueden: ‘Dejar huella’. Estoy convencido de que muchos ripenses están conmocionados, a pesar de que se esperaba el desenlace.

Pero todos, tu familia, tus alumnos, tus amigos, tu gente tiene en su historia páginas inolvidables vividas contigo. Eso nadie nos lo podrán quitar. Hay que ver cómo te quieren, por ejemplo, en Aspadir, donde estos últimos años has acudido como paciente.

Gracias amigo, por todo, por ser como eras, por lo que nos enseñaste, por tu vitalidad. Y te aseguro que has sido para mucha gente un ejemplo, parte importante de nuestra biografía, hemos aprendido contigo que la vida es para vivirla, para beberla con pasión, para disfrutarla. Lástima que cuando mejor estabas, hace unos quince años, te haya privado de disfrutar. Hoy sufrimos el desenlace, ¡Qué injusto este último periodo!

Mi pésame profundo para Capi, su buena y querida compañera que tanto le ha cuidado siempre. Y a su hija Estrella y demás familia.

Y a ti, Capi, que has sido su pareja durante tantos años y sé que lo estarás pasando mal, te deseo lo mejor. Imagino tu tristeza y tu pesar, pero ahora sólo tienes una cosa que hacer: ‘Vivir por ti’. Y aquí estamos, si es preciso, para ayudarte. Un beso y hasta siempre.


12 noviembre 2021

Desvergüenza democrática en el Parlamento

 

Se ha cerrado uno de los capítulos más oscuros de nuestra democracia. Desde hoy, está abierta la puerta del escarnio, de la desvergüenza y de la ignominia en el parlamento. Los grupos que componen el gobierno, Unidas Podemos y PSOE se han puesto al servicio del PP al aprobar el nombramiento de ciertos personajes de la justicia para el Tribunal Constitucional. Con la excusa de que abre la posibilidad –ya lo veremos y de qué manera-- de renovar el CGPJ, esta izquierda timorata se ha bajado los pantalones y ha aceptado lo inaceptable.

Una mafia que ha secuestrado el parlamento y que pretende alejarlo de los principios elementales democráticos, introduciendo miembros impresentables en las instituciones del Estado, en los entes judiciales que comandan ese poder.

Y es que es insoportable el olor. La pérdida de la mínima vergüenza hace que la gran mayoría de nuestros representantes se hayan unido para socavar nuestros principios democráticos. Y así, han sido capaces de votar la miseria y la corrupción al apoyar a personajes nefastos que se benefician de esas instituciones para sus propios fines y los de su partido.

No es lícito, bajo ningún concepto, llegar al extremo que están llegando. Es verdad que no me extraña nada en el PP –que ha ganado la guerra al proponer e introducir en el Tribunal Constitucional gente impropia y nefasta, pero de su cuerda--, pues ya sabemos cómo actúa y el nivel bajo que tiene del concepto honestidad. Tampoco me extraña mucho en el PSOE, capaz de cualquier cosa por mantener, a cualquier precio, un acuerdo con el PP, para que de forma conchabada se sigan beneficiando de estos y otros nombramientos y ventajas. Sí que es preocupante y lamentablemente más grave para mí, que Unidas Podemos se haya aliado con estos dos partidos paren a obtener quién sabe qué y olvidarse de la ética, dejando una lacra que le nomina, al igual que a los otros dos, como partido oportunista y tramposo.



Hay quien dice que para gobernar hay que tragarse algún sapo. Sin duda, es verdad, pero el caso que nos ocupa es más un dinosaurio que un sapo, lo que hay que tragarse. Y digo dinosaurio no sólo por el tamaño de la tropelía, también porque representa un acto más propio del paleolítico que de la época actual.

Los que me conocen saben cuál ha sido mi trayectoria y cuánto me cuesta tomar esta decisión. Dejo de ser militante de Izquierda Unida, venía haciéndolo desde 1987, habiendo sido coordinador de este grupo cuando alcanzamos la alcaldía de Rivas, por primera vez, allá por 1991, hace treinta años. Es verdad que hoy mi actividad es mínima pero también es cierto que me cuesta tomar esta decisión porque han sido muchos años y mucho mi apego y cariño a esta formación. Sin duda, prefiero que me dé vergüenza ajena a que sea propia.

A pesar de reconocer que se han conseguido algunas cuestiones importantes en esta legislatura, siempre menos de lo que se espera, no quiero ser cómplice de este atraco a la Justicia, del que sin duda, la izquierda se lamentará cada vez que actúe el Constitucional.

En fin, quiero hacer pública mi protesta de la forma más clara y contundente que puedo, a pesar del alto precio que me impongo. Yo seguiré, mientras el cuerpo aguante, con mi ideología, eso sí, sin que nadie espere que haga trágalas de esta magnitud, por lo que creo que no puedo ni debo permanecer más, después de lo ocurrido. Lo que no quita que desee lo mejor a la izquierda, a la que, a pesar de todo, pertenezco y deseo que vuelva a la cordura.

Salud y República


04 julio 2021

El chiringuito castizo

¿Hay algo más bonito que un chiringuito? Pues no. Y eso, seguro que lo sabe Doña Isabel. Y, cómo no, el ínclito, expansivo, ecléctico y arribista Toni Cantó. Un tipejo de armas tomar que se ha paseado buscando su colocación por cuatro partidos políticos (y que se vaya preparando Vox, que es el próximo).

Un mindundi chupoptero que se ha servido de la política en todo momento, a la que se empezó a dedicar cuando su carrera de actor comenzaba a declinar.

Su trayectoria política –sería injusto llamarla carrera-- ha sido un constante cambio de partido, llegando a militar, en quince años, en cuatro partidos, habiendo repetido en uno. Eso sí, efectuando el cambio justo cuando ha perdido alguna elección personal y cuando el partido está en las últimas. ¡Pura casualidad! Él, el pobre, no tiene la culpa. Sus neuronas impertinentes le llevan a conocer otros espectros ideológicos y a conseguir medios para vivir como dios, eso sí, de forma involuntaria.

Empezó en 2006 en Ciudadanos, donde permaneció poco tiempo, porque no encontró hueco en posiciones principales, y decidió dedicarse a la política local, y se presentó con un partido local en Torrelodones. Lo que duró también poco, puesto que este partido obtuvo cuatro concejales y él iba en el número cinco. Naturalmente, entendió que un pueblo que no le elegía a él, al ‘magnífico y único Toni Cantó’ no era digno de merecerle. Así es que dio el siguiente paso.

Ya saben que la diva Rosa Díez decidió marcharse del PSOE y crear un partido nuevo: UPYD, y Cantó, siempre al loro del trepismo y la desvergüenza más ignominiosa, vio un hueco y una manera de seguir chupando del voto y entró por la puerta de la fama, obteniendo un puesto prominente. Es verdad, que una vez que UPYD empezó a fracasar, Toni Cantó, al igual que hacen las ratas en un naufragio, saltó rápidamente del barco para integrarse en Ciudadanos (por segunda vez). Allí le esperaban varios años, justo hasta que Ciudadanos empezó a desmoronarse, lo que Cantó no podía permitir, puesto que en ello le iba su modus vivendi. Por ello, y para salvar a España –viendo que su carrera de actor se acababa-- decidió dar otro saltito, esta vez al PP, y además en Madrid, con su amiga --¿¡de toda la vida!?-- Isabel Díaz Ayuso, siempre apostando a ganador. Lástima que sus padrinos políticos no vean que todo lo que toca termina mal, mientras él se salva.

Pues bien, tras un intento fallido de ir en las listas en las elecciones de la C.A.M. de hace dos meses, ahora hemos conocido cuál era su precio: un chiringuito. Hay que ver cómo cambian las cosas. Toda su vida política criticando los chiringuitos y al final, al igual que hizo Abascal --¡ojo, que hay quien dice que le están preparando la bienvenida en Vox, cuando caiga Díaz Ayuso!--, va a vivir de uno. ¡Y qué chiringuito!



Porque resulta que se trata de un chiringuito en defensa del español. Y es que tanto él como su adalid, Ayuso, se han empeñado en que el español está amenazado en Madrid. Está claro que el catalán, el euskera y hasta el bable amenazan a la lengua que hablan más de 500 millones en el mundo y además en la capital del imperio. No hay nada más que salir a la calle y darnos cuenta de que en Madrid vivimos en una torre de Babel constante. Ya puesto, podría haber decidido seguir las huellas de Arniches y defender el madrileño castizo, al menos tendría más sentido.

En fin, que se ha vuelto a colocar el muchacho, y no me digan que no tiene mérito. ¿Qué será lo próximo? ¿entrar en la Real Academia? Siempre está ahí, encontrando acomodo de nivel (en este caso, el nivel es de 75.000 euros anuales que le pagaremos los madrileños de a pié). Un mérito que tiene un pequeño problema: por donde pisa, se hunde el suelo. Que se lo digan a UPYD o a Ciudadanos.

Ya lo ven ustedes, uno puede ser liberal y pensar lo que le dé la gana. Puede estar en contra de las políticas de igualdad, como lo está Cantó, puede estar en contra de los chiringuitos y crearse uno para sí mismo, puede asegurar que el español está perseguido y tratar de defenderlo cometiendo faltas de ortografía. Puede estar en contra de las autonomías, especialmente de la catalana. Puede creer que vive en un imperio desde un miserable chiringuito, y puede, cómo no, criticar a los demás lo que él se permite a sí mismo. ¡Una joya! Anti catalán, españolísimo, anti feminista, un fenómeno de ideología fija en partidos distintos. Se parece a lo del Espíritu Santo: un sólo dios y varios partidos diferentes.

Vamos, lo que se dice un liberal de tomo y lomo. ¡Viva el liberalismo Cantoniano! Amén.

Salud y República

02 junio 2021

La Luna de Ceuta

 Todos los días ocurren acontecimientos negros que nos alteran y nos sacan las bilis. Hoy podríamos hablar de la crisis de Marruecos o de los indultos a los presos políticos catalanes. Pero no, de eso está hablando todo el mundo. Hoy quiero hablar de esa Luna cuyo resplandor y fulgor todavía alumbra Ceuta.

Sí, ya sé que por Ceuta también vuelve la luna por las noches. Pero, como pueden imaginar, no me refiero a esa luna. La Luna de la que hablo se escribe con mayúsculas, y no sólo porque sea un nombre propio. También porque su grandeza y solidaridad sólo pueden escribirse en grande.

Y es que, ante una noticia tan triste como la que hemos podido ver en Ceuta, donde miles de jóvenes marroquíes han cruzado la frontera, azuzados por un monarca sátrapa que ha jugado con ellos cosificándoles, hemos podido observar escenas de solidaridad y de ayuda, que nos hacen pensar que este país tiene presente y futuro, a pesar de los vendepatrias que se envuelven en la bandera con el fin de aparentar un falso patriotismo.

Entre todos los actos de solidaridad y de ayuda que se han prestado, quiero referirme a uno concreto. A esa muchacha madrileña de veinte años que ayudó a un migrante, dándole lo que él más necesitaba: cariño y consuelo. Una escena que merece permanecer en el tiempo para recordarnos hasta dónde podemos llegar con gestos sencillos pero indispensables.



Ahí estaba esa Luna, joven, alegre y solidaria. No dudó ni un momento. Probablemente sin entender el idioma del inmigrante, sólo con mirarle fue capaz de comprender lo que necesitaba: un abrazo. Un simple abrazo. Una escena inolvidable y capaz de emocionar a cualquier persona normal.

Claro que no todas las personas son normales. Porque, aunque parezca mentira, ese acto de amor, de solidaridad, de ayuda inestimable, de necesidad absoluta, para algunos fue un acto fingido o simplemente con connotaciones sexuales. ¡Qué vergüenza! ¡Qué barbaridad! ¿Cómo es posible?

Pues lo es, ahí estaba la caverna bocafacha para criticar ese acto, desde el eurodiputado de Vox, Hermann Tersch –ese individuo ‘periodista’ bocachancla que no hace sino pagar por insultar y cuyo tótem político es Hitler-- hasta esa activista fundadora de Vox, llamada Cristina Seguí, que, seguramente por envidia hacía referencia a la turgencia de los senos de Luna. ¡Cuánta infamia!

Pero, en fin, justo es decir que esa minoría ha quedado arrasado por el impacto positivo que ese abrazo ha tenido entre la mayoría de la gente. Un abrazo en el que nos hemos fundido todos con los más débiles, con los que desean una vida digna y se encuentran en la más grave indignidad y pobreza.

Luna, querida, cuánto te agradecemos que tu actuación, para ti normal, nos haya recordado que en este mundo hay gente como tú. Capaz de ayudar, de forma altruista, sin muros, de la mejor forma posible a quien más lo necesitaba. Mientras, otros se entretienen en atacar a migrantes, a mujeres, a homosexuales, a catalanes o a cualquiera que no piense como ellos.

¡Qué ejemplo! Por mucha crítica que te hayan hecho, nadie podrá borrar esa imagen que todos mantenemos en la retina. Una imagen de solidaridad, de igualdad, de cariño. Esos otros, los que suelen hablar tanto de patria y dios, y luego reparten de forma constante y gratuita odio por doquier, esos, sólo pueden tenerte envidia, aunque su aversión, su rencor y su saña se interponga entre tú, Luna, y la verdad. Un ejemplo de eclipse ruin y lamentable.

Querida Luna, gracias mil, porque al ver esa escena he vuelto a creer en que gente como tú puede hacer grande este mundo. Nos has devuelto la esperanza. No sabes cuánto bien has hecho. Un beso.

Salud y República



06 mayo 2021

Y el dinosaurio todavía estará allí

No seré yo quien niegue la realidad. Ayuso ha ganado, con holgura, las elecciones. Ahora bien, ¿es tanta la importancia que tiene este hecho o la derecha aprovecha cualquier circunstancia para exagerar la nota y tratar de ganar más batallas de las que ha ganado?

La repercusión de estas elecciones es clara para la izquierda. La arrasadora victoria de la presidenta ha provocado un hundimiento del PSOE, una desaparición de Ciudadanos y la dimisión de Pablo Iglesias y la posible de Gabilondo, mientras ha surgido en la izquierda una nueva figura: Mónica García que ha conseguido que su partido, Mas Madrid, haya obtenido unos resultados buenos, sobrepasando en votos al Partido Socialista.

Pero, ¿qué ha conseguido el Partido Popular con esta victoria? Según ellos mismos dicen, han iniciado la cuenta atrás de la próxima victoria del PP. Y tan panchos. Está claro que han confundido deseo con realidad. Sueñan con el poder de una forma absoluta, olvidando todo lo que no sea su propio interés.

Y sí, lo repito, el triunfo del PP en Madrid ha sido avasallador. Ahora bien, cuando estos señores se despierten –permítanme el símil literario-- el dinosaurio todavía estará allí. Porque, todavía no se han enterado, el PP ha ganado las elecciones en la CAM, pero no en España. Madrid no es España. España es bastante más, aunque la señora Ayuso, demuestre que su conocimiento en geografía es nulo.



Porque, qué ha cambiado ¿acaso no tenía el PP ya la presidencia de la CAM? Sí, ahora tiene además los escaños de Ciudadanos y algunos del PSOE, por lo tanto seguirán presidiendo la Comunidad, algo que ya hacían. Y, muy a su pesar, seguirán mirando a la Moncloa y verán que el presidente es Sánchez y que ese gobierno que tanto odian sigue allí. Aunque no les guste.

Mientras, Pablo Iglesias –gracias por lo que has hecho-- ha conseguido salvar los escaños de Unidas Podemos, Gabilondo –sin duda un buen hombre, pero un mal líder político-- ha hundido al PSOE. Y a pesar de todo, el gobierno sigue gobernando en todo el Estado, sin que lo haya parado Ayuso, aunque ésta en su sueño de verano crea ser la reina de Saba y piense que pronto destronará a Sánchez y… a Casado.

Casado debe, en primer lugar, elegir entre dos líneas que tienen poco que ver, una, la del eterno candidato pepero Feijoo –una derecha de estilo europeo, civilizado--, y otra la de Ayuso cada vez más cercana a Vox, cada vez más ultramontana. Esta esquizofrenia del PP le dará más de un dolor de cabeza, porque hay una incompatibilidad clara entre ambas tendencias ideológicas.

Todos los esfuerzos del PP serán tratar de romper el gobierno ‘social-comunista’ y conseguir que se convoquen elecciones generales. Es curioso, lo mismo que está tratando de hacer desde el primer día en que empezó a funcionar este gobierno estatal. Nada nuevo bajo el sol.

Lo que sí sería nuevo es que lo consiguiera. Pero fíjense ustedes, la presidenta Ayuso, esa mujer tan aplaudida hoy por sus seguidores, esa que junto a Casado no ha parado de criticar e insultar al gobierno central, por no plegarse a sus deseos, es justo una presidenta que ha tenido que convocar elecciones, que no ha sido capaz de aprobar en dos años un presupuesto y que sólo ha aprobado una ley en este periodo (por cierto, la ley del suelo que, imitando a la de Aznar, nos puede llevar otra vez a una burbuja inmobiliaria indeseada). Bueno pues con estos mimbres pretende hacer un buen cesto.

Ya verán ustedes, cuando se despierten de este sueño profundo, y vean quién está en el gobierno central. Un gobierno comunista-bolivariano al que no son capaces de dominar, por el simple hecho de que no tienen la fuerza democrática suficiente (esto no terminan de entenderlo).

Porque el PP se está topando día a día con la realidad. Y ésta es muy tozuda. Y es que con todos los partidos nacionalistas en contra y con sólo Vox y Ciudadanos (que dentro de poco ingresará por la puerta trasera en el PP) a su favor, lo tiene muy difícil. Pregúntenles a los nacionalistas, a ver qué opinan del PP, verán que amor le tienen (véanse los resultados en Catalunya y Euskadi, por ejemplo).

En fin, comienza una nueva etapa, habrá que tratar de frenar a Ayuso en estos dos próximos años, pero mientras tanto, además de prepararse para las próximas autonómica madrileñas, habrá que seguir gobernando en España, les guste o no, el dinosaurio sigue todavía allí, elaborando y aprobando leyes que dignifiquen y ayuden a los más débiles, mientras que otros se dedican a hablar de libertad y, a la vez, destrozar el Estado del Bienestar.

¡Que no nos paren!

Salud y República


04 abril 2021

La mariposa de Murcia alcanza a Madrid

Y empezó en Murcia, para llegar a Madrid, pasando por Castilla y León. Las alas de la mariposa de una moción de censura en la comunidad murciana provocaron un terremoto más allá de esa comunidad. Ahora bien, ¿es verdad como se dice que lo ocurrido es una victoria del Partido Popular?

No, claramente no lo veo así. Esa moción provocó un movimiento en la Comunidad de Murcia que ha desenmascarado al PP. Si alguien no lo veía, hoy el PP es más Vox que nunca. De hecho, para poder seguir gobernando ha tenido que aliarse con la gente de Vox y hacer consejera de Educación a un personaje de este partido. Ni más ni menos. O sea que los niños y jóvenes murcianos tendrán que aprender que la homosexualidad, el feminismo y la inmigración son pecados mortales que no deben cometerse.

Además se ha echado del poder al alcalde pepero de la ciudad de Murcia. O sea el resultado en esa comunidad ha sido, sigue el PP gobernando, solo que ahora con los chicos de Vox y han dejado de gobernar en el ayuntamiento de la capital. Por lo que se ve, un triunfo absoluto según los peperos, cuando tienen menos poder y es más extremo.

Y esto no se ha quedado así, los efectos de esas alas de la mariposa de la moción de censura murciana han llegado a Madrid, donde la presidenta Díaz Ayuso inventándose una presunta moción contra ella, ha decidido convocar elecciones. Y digo yo, se pasan todo el día criticando al gobierno de la nación y presuponiendo que están al borde de la ruptura, cuando se han aprobado leyes y decretos importantes en poco más de un año de gobierno y siguen los dos partidos gobernando juntos, mientras que Díaz Ayuso ha roto su gobierno y todo ello después de dos años donde sólo ha aprobado una ley y no ha conseguido obtener un nuevo presupuesto.

Total, en el mejor de los casos para ella, será que pueda gobernar –ya lo estaba haciendo-- ganando las elecciones y con ayuda de Vox. Cosa que no es seguro, corriendo el riesgo –a mi modo de ver, bastante probable-- de que pueda perder el gobierno de Madrid.

Este terremoto de resultado inciertos ha provocado una decisión loable de Pablo Iglesias que ha decidido dejar el gobierno y ponerse al frente de Unidas Podemos en Madrid para ayudar a que la izquierda gane las próximas elecciones del cuatro de mayo.

La decisión del exvicepresidente del gobierno puede ser la salvación para la izquierda en Madrid. Porque, en primer lugar, ha salvado ese mínimo del cinco por ciento, con creces, que hacía peligrar la entrada en la Asamblea madrileña a Unidas Podemos. Y eso puede ayudar de forma determinante. Desde luego, si Unidas Podemos, como parecía indicar la tendencia, no llegaba al 5%, la probabilidad de que la izquierda ganara en Madrid, era absolutamente nula.

Decía e insisto –lo digo porque parece que se está dando por seguro el gobierno de la derecha en todos los medios-- en que no es tan improbable que la izquierda pueda gobernar Madrid a partir de mayo. Para ello, según mi criterio se deben dar varios preceptos:

  1. Que Ciudadanos no llegue al 5% y se quede fuera de la Asamblea. Porque de llegar, no tengo la menor duda de que votaría a Díaz Ayuso

  2. Que el PSOE no pierda votos. Simplemente que mantenga el mismo porcentaje de hace dos años

  3. Que la suma de la izquierda a la izquierda del PSOE (Más Madrid y Unidas Podemos) sean capaces de obtener tres puntos más que en las elecciones anteriores. Algo probable con la entrada de Pablo Iglesias

  4. Que la izquierda se movilice como lo está la derecha. La abstención puede dar el triunfo a la derecha

Con estas condiciones la izquierda podrá ganar y gobernar en Madrid. Por cierto, sería conveniente que el candidato máximo de la izquierda a gobernar Madrid no lance falsas noticias, como la de que no pactará con Unidas Podemos. Es una trola que no se la cree ni él. ¿Alguien cree que en caso de que den los números el PSOE no pactará? Y estas declaraciones no ayudan a movilizar a la izquierda, algo imprescindible para ganar.

Y deberíamos cambiar el falso eslogan pepero de estas elecciones, “Comunismo o Democracia”, por uno real como “Democracia o Fascismo”.

Salud y República

05 marzo 2021

El gobierno de Madrid apoya la muerte

Así de rotundo. No hay otra forma de explicarlo. Este gobierno homicida no sólo se ha dedicado a criticar y luchar contra cualquier decisión tomada por el gobierno central, sino que ha decidido mentirnos, declarar datos falsos, maltratar a los mayores de las residencias, gastarse una millonada en un hospital innecesario cuando había plazas sin ocupar en algunos construidos, etc.

Y es que la estrategia del gobierno de la CAM ha sido claramente luchar contra el gobierno central y mentir y trolear a los madrileños. Además de estar en el top de todas las estadísticas en cualquier aspecto negativo de la pandemia, la Comunidad de Madrid ha demostrado estar gobernada por mentirosos compulsivos y gente a la que la muerte de los ciudadanos le han importado poco. Siempre ha antepuesto aspectos políticos a los sanitarios, tratando de mantener normas que han permitido la movilidad y la apertura de locales, siendo la comunidad menos restrictiva de todas.

Hoy, cinco de marzo, la CAM es la comunidad con mayor número de contagios --no sólo en números absolutos, también por habitantes--, tiene la tasa más alta de hospitalización por COVID y la tasa más alta de ocupación de UCI. Eso sí, también tiene la hora más tardía del toque de queda, las once, la permisividad de juntarse en un bar o restaurante más alta (seis personas) y todo ello con una incidencia de 250 casos en los últimos 14 días, mientras que la media nacional está en 150.

Además, poco sabemos de cómo ha empleado los más de 3000 millones de euros que el gobierno central le ha asignado para hacer frente a los gastos extras del Covid, por cierto que la CAM ha sido la comunidad que ha obtenido la mayor parte de la tarta. Eso sí, conocemos que sólo un 0,5% ha ido a parar a las residencias de mayores –el núcleo que más ha sufrido, con diferencia, la pandemia--, que a Sanidad han otorgado menos del 50% y que no se sabe a dónde ha ido el resto. Y tampoco se lo han gastado en ayudar a las empresas de servicios que tanto están sufriendo esta crisis.

Desde luego, casi nada han hecho por aumentar los rastreadores, a pesar de ser una prioridad, y menos en aumentar el personal sanitario, que como sabemos sufre escasez severa desde la época Rajoy, que disminuyó muy sensiblemente el número, y que está en situación de crisis física y mental, debido a la enorme sobrecarga de trabajo.

A lo anterior, añadamos cómo ha gestionado este gobierno criminal el caso de las residencias de mayores. Una barbaridad. Además de dar órdenes, a finales de abril, de no enviar a hospitales a las personas mayores, dejándolas morir, para no ocupar plazas de gente más joven, la ínclita presidente dijo que todas las residencias estaban medicalizadas, mintiendo de nuevo y sin poner medios para que disminuyesen los contagios, una lamentable gestión que ha llevado a unos números, por desgracia, insuperables: casi el 43% de todos los fallecidos por la pandemia en Madrid han sido ancianos en residencias.


Bueno, pues a pesar de los datos anteriores, siguen erre que erre. Ellos no cambian. Todas las CC.AA. han decidido, a pesar de haber bajado más que Madrid la incidencia del virus, mantener las medidas restrictivas en Semana Santa para evitar lo que pasó en Navidad. Pues ellos no, ellos dicen, mintiendo miserablemente una vez más, que no está demostrado que a mayor movilidad haya más contagios (precisamente si hay un axioma compartido por todos los científicos es que la movilidad es la causa principal del contagio), y que por lo tanto ellos pretenden abrir la mano y disminuir las pocas medidas restrictivas que todavía existen en esta comunidad.

La irresponsable presidenta ha llegado a decir ayer que le parece muy bien que vengan franceses a consumir y a divertirse a Madrid, habiendo hecho de este destino la tierra deseada. Por poner un ejemplo claro, en París, que hoy tiene una incidencia menor que Madrid, el toque de queda es a las seis de la tarde –a esa hora está todo cerrado--, mientras que en esta comunidad es a las once. Así es que los parisinos y demás franceses vienen a Madrid, a celebrar juergas, a beber y a contagiarnos. Aunque está claro que esto último no tiene importancia para Isabel, la reina del Covid.

Tratan de luchar solos contra el mundo, contra todos, incluidas las comunidades de su color, sin importarles que sus mentiras y sus decisiones fatales sigan colocando a Madrid en un lugar ‘ejemplar’ dónde los números negativos cantan y donde los problemas económicos tampoco se arreglan. En las últimas estadísticas, los parados están por encima de la media nacional y el PIB de la comunidad está por debajo.

Pues así estamos. Antes muertos que cerrados. Ojalá que el resto del país no tome a los madrileños por desalmados o chalados: es nuestro gobierno. Juro que somos muchos los que somos inocentes. Y lo grave es que todavía este gobierno de la Comunidad de Madrid –gobernado por MAR, Aznar y Casado, además de Isabel Díaz-- tiene cuerda para rato con la ayuda de Ciudadanos y de Vox (vaya dos patas pa’ un banco). Cuánto durará esta pesadilla...

Salud y República

04 febrero 2021

La corrupción durante dieciocho años, marca del partido

No parece muy necesario, aunque lo haga, decir que ese partido es el Partido Popular. Un partido que ha estado robando desde 1982 hasta 2009. Casi nada, más de diecisiete años. Un partido que todavía sigue sin reconocer hechos notables y que disculpa su implicación en la corrupción.

Por mucho que traten de defender sus próceres, hoy, la inocencia de su partido, olvidan que deberían haber empezado por no mentir, por no esconder o destruir pruebas, por no obstaculizar las investigaciones, por no creerse impunes como dioses.

Además, el colmo de los colmos ha sido haber traicionado a quien les sirvió en esos menesteres delictivos, asignándole el papel de chivo espiatorio. Hablo de Bárcenas, quien ha callado gran parte de lo ocurrido, creyendo --¡qué infeliz!-- que iban a cumplir la promesa de evitar la cárcel a su mujer. Y claro, la realidad es la que es. La esposa de Bárcenas ha entrado en la cárcel hace tres meses.


Este hecho ha provocado que Bárcenas se haya rebelado y, como mafioso traicionado por sus capos, haya decidido cantar y contar lo que fue durante tantos años una normalidad propia sólo de una institución tan corrupta como el PP. Y parece que a estas alturas tiene pruebas que empezará a presentar en el próximo juicio a celebrar dentro de pocos días.

La actuación del PP, que ha jugado todas las cartas para desvincular a su partido, ha sido errónea. Puesto que aunque haya retrasado las decisiones judiciales, haya sembrado dudas con sus mentiras, haya desviado responsabilidades a personajes menores, lo que ha tratado es alejar la bomba para que hiciera menos daño y, sin embargo, lo que ha conseguido es mantener una situación insostenible de culpabilidad probable durante más de ocho años y lo que queda, algo que podría haberse evitado, en un primer momento, reconociendo su delito, pidiendo perdón y aceptando responsabilidades. Pero claro, conociendo a este partido, eso es pedir peras al olmo. Ellos son como son y eso creen que les permite actuar con total impunidad, ‘que para eso son España’.

Error tras error, los peperos han conseguido obtener peores perjuicios –y los que parece que les quedan-- por haber defendido lo indefendible, en contra de pruebas objetivas.

Y es que son tantos los episodios vergonzantes y delirantes que ha cometido el PP de forma ilícita que sólo se les puede conferir el título de organización mafiosa. Y si no, que alguien me diga cómo hay que calificar a una organización que --además de haberse nutrido de fondos que conformaron una caja B, de haber obtenido mordidas de obras públicas, de haber utilizado su influencia (hoy ilegítima y caducada) del poder judicial, de haber puesto en marcha un previsto secuestro de la familia de Bárcenas, de haber destruido pruebas judiciales, de haber evitado pagar impuestos en los complementos salariales pagados en negro a los capos-- ha utilizado a parte de la policía y de los jueces para tapar sus vergüenzas.

¡Que no vengan con milongas! Los actuales dirigentes del PP tienen responsabilidad en las actuaciones delictivas de su partido, ya que han heredado y defendido toda la causa. Sin olvidar que el gran capo actual, Pablo Casado, fue nombrado en 2015 por Mariano Rajoy, ‘uno de los suyos’ y ayudado para ser presidente del PP, de forma decisiva por María Dolores de Cospedal, otra que tal baila.

Así es que la contaminación y el hedor es tan fuerte en Génova –qué pena, con lo que costó la remodelación de hace unos años-- que no les queda otra que deshacerse como PP y regenerarse con otro nombre, evitando cualquier personaje que tuviera algo que ver con la época inmunda y mafiosa, al igual que hizo la antigua CiU. Todo lo demás, excusas de mal pagador que les puede llevar a dejar de ser el primer partido de la derecha. Y si no, al tiempo.

Salud y República

05 enero 2021

Otro dislate de Ayuso: las vacunas

 Pues sí, es verdad que poner en marcha un proceso tan complejo como el de la vacunación masiva, no es fácil. Ahora bien, es deleznable la gestión de los primeros días, que nos muestran que hay Comunidades Autónomas que, como Madrid, sólo han empleado el seis por ciento de las vacunas recibidas y lo justifiquen con milongas.

Y esto que parece grave, lo es más cuando dicen que se han recibido menos vacunas de las que se esperaban. La primera conclusión que se me ocurre es que el objetivo de la presidenta de Madrid es no llegar ni al cinco por ciento, ya que de haber recibido más, el porcentaje sería menor. Una contradicción que no lo es tanto.

A esto debemos añadir, que la tal presidenta echa de nuevo la culpa al gobierno central. ¡Hay que tener mucha cara dura! Se ha pasado la pandemia, cada vez que tomaba una decisión el Ministerio de Sanidad, hablando de invasión de competencia y desprecio de la libertad por parte de Sánchez, Illa, Iglesias o el sursuncorda de ese gobierno socialcomunista que destroza todo lo que toca.

¿Cuál sería el objetivo de Ayuso al vacunar tan poco y quejarse tanto? Desde luego vacunar poco, cuando la esperanza de todos es la vacuna, no parece que tenga como objetivo evitar muertes. Y es que para Ayuso, así lo ha dicho en una ocasión, es más importante la economía que un puñado de fallecidos. Por lo tanto el objetivo es otro.

Lo ocurrido hasta ahora ya lo sabemos. Mentiras, olvidos y desprecio hacia los mayores en residencias, y afán de contener el gasto en la sanidad pública, como sea, aunque ello implique mayores riesgos sanitarios. No se puede entender de otra manera que a estas alturas, con la tercera ola entrando, todavía no haya los rastreadores pertinentes ni se hayan reforzado los centros de atención primaria, ni se haya medicalizado casi ninguna residencia de mayores. Seguimos hoy con un 5% menos de personal sanitario en la CAM que hace diez años.

Luego entonces, conociendo el afán privatizador de la presidenta y su partido, la cosa empieza a estar clara. Se trata de, ante la imposibilidad –absolutamente forzada y pretendida-- de la Sanidad Pública de acometer el plan de vacunación, ‘forzar’ la privatización y seguir enriqueciendo, a costa de lo público, a amiguetes empresarios e instituciones de la Sanidad Privada. ¡Esa es la cuestión! Ya veremos lo que tardamos en ver cómo nuestros impuestos irán a contribuir beneficios extraordinarios de algunas entidades privadas.



De momento, hoy nos enteramos que ha empezado contratando a Cruz Roja, por 130.000 euros al mes. Y esto no acabará aquí. Seguirá troceando el pastel de la Sanidad Pública entre instituciones y empresas privadas hasta dejar la cesta sin huevos.

Y seguiremos con pocos rastreadores, continuaremos con unos ambulatorios atestados y con un seudo-hospital –en el que van gastados 130 millones-- innecesario, sin paliar la escasez de sanitarios, que además cobran salarios bajos. Y todo para justificar la falsa necesidad de la sanidad privada, y seguir agrediendo y disminuyendo el pastel de la Sanidad Pública, esa que tanto necesitamos y cuyas costuras hemos visto romperse por una despreciable gestión pepera, durante los últimos años, a pesar del ejemplar trabajo del personal sanitario. ¿Cuántos sanitarios se podrían haber contratado con los 130 millones? Está claro que esta no es la opción de la presidenta.

Curiosamente este proceder de Madrid no parece ser la regla general del PP. Puesto que en otras Comunidades donde gobierna –léase Andalucía, Castilla y León o Galicia-- el porcentaje de vacunación ha sido mucho más alto y no han echado la culpa, si no han llegado a lo previsto, al gobierno central.

En fin, esta presidenta de pega, que gobierna en contra de su propio líder, con el que compite a disparates y al que pretende quitarle el puesto con ayuda de Vox, es cada vez más inepta, maléfica, incompetente, zafia y rabanera –la sustancia de sus acciones la pone su asesor MAR, ya saben aquel personajillo indeseable de la cuerda de Aznar--, capaz de despotricar hasta el infinito con tal de que se hable de ella. Y es que además, la votan… ¡Oh, país!

Salud y República

03 diciembre 2020

Asesinar a 26 millones de hijos de puta

 ¡Qué bonito! Hay que ver cómo se lo pasa esta gente que, al albor y gracia de la democracia que tanto abominan, siembran odio y manifiestan su deseo criminal, sin pudor, sin vergüenza. Ellos sí, tienen derecho a la libertad de expresión de este régimen que detestan. Pueden insultar, agravar y amenazar con la muerte a todos los que no piensen como ellos. Otros, por cuestiones mucho más leves han tenido que irse de este país. Son franquitos de poca monta, totalitarios de baja estopa.

Pues sí, nos quieren asesinar. Somos hijos de puta y nos quieren fusilar. Eso sí, de forma cobarde, como ellos son. Incapaces de haber expresado su pensamiento mientras que estaban en activo y chupaban del bote de la democracia, ahora, ya retirados del ejército, se atreven a empuñar sus armas, y lo hacen no para defender la patria, sino para decir que desean matar a 26 millones de españoles. Es la grandeza de la democracia, aunque habría que poner algún límite. No se puede haber dicho que servían al país y, una vez retirados, decidir acabar violentamente y con saña a quienes les han dado y les da de comer: ‘el pueblo español’.

Exgenerales, exjefes, exoficiales del ejército, gente de odio y ‘becarios’ (de Beca, el general traidor) franquistas de medio pelo, todos los que piensan así, eso sí, chupando de las arcas del Estado, son un signo de que algo grave pasa en una parte del ejército, y ya está bien de pasar del tema. Hay que tomar medidas serias y poner las cosas en su sitio. Esperemos que este gobierno ‘social-comunista’ actúe en consecuencia.



No estaría mal que, por si las moscas, se hiciera una encuesta dentro del ejército para saber si esto es una excepción –que ya van varias-- o estos pensamientos forman una ideología que comparte una gran parte de los militares. Y además, promover cursos de fidelidad a la Constitución y al gobierno democrático para cambiarles las neuronas a estos militarotes que piensan afrancadamente.

Por cierto, el hecho de que el rey no haya dicho nada sobre las carta que le han enviado estos degenerados, da qué pensar. Debería haberles puesto en su sitio y salir públicamente a defender la democracia, contra estos dictadorzuelos insensatos. Porque un sabio refrán dice: ‘quien calla, otorga’. Y ya está bien de consentir a estos desalmados franquistas: amenazas, insultos y demás tropelías. Ante la carta, al rey no le vale el silencio, sino el descarte y la crítica.

Becarios forjadores de ensueños malditos y traidores, ganapanes de tres al cuarto, quieren volver a nuestra más miserable historia, quieren volver a asesinar y a convertirse en reyes de chiringuitos crueles, defensores de dictaduras criminales y a ostentar el poder absoluto que tanto les ha beneficiado, otrora. La democracia debe ser generosa pero no gilipollas. Hay que poner la otra mejilla solo cuando se pueda obtener algún beneficio, nunca para que te la destrocen.

Al preguntar la periodista a los titulares de las cuentas de los mensajes, todos tratan de disculparse. Y Beca, el que ve la necesidad de asesinar a los 26 millones, además actúa como lo que es, un franquista flojo, un tipo que dice que no fue él, el que puso ese mensaje, que, a lo mejor, le habían hackeado el móvil, o se lo habían quitado”. Hay que ser cobarde, a pesar de parecer tan valiente con el arma en las manos. ¡Vaya teniente coronel! Así nos va.

Siguen consignas de Vox, así lo ha manifestado la diputada Olana, que dice que los que han escrito las cartas al rey, son de los suyos. Y más grave todavía es lo del ‘líder’ Casado, que dice pretender morir si es preciso para defender la libertad, como hace la oposición en Venezuela o Cuba.

Y es que estos chicos de Vox, abusan de la inmunidad parlamentaria. Salen, dicen lo que sea sin que nadie les pueda parar. Y qué decir de Casado que pretende ser líder de la oposición y futuro presidente del gobierno. Confundir España con Cuba o Venezuela, demuestra una supina ignorancia propia de quien es un ignorante, al que regalan un máster para que no lo parezca.

Pero no seamos pesimistas. Ante tal desmán, ante tanta malicia hay algo que es positivo. Si esta gentuza, que piensa lo que piensa, quiere acabar con el gobierno, por algo será. A lo mejor es que se están haciendo bien ciertas cosas.

Salud y República

05 noviembre 2020

Subida insuficiente de los impuestos en 2021

 

Ya está elaborado el borrador del presupuesto del año próximo. Parece que el gobierno tiene ya los socios necesarios para poder aprobarlos. Ahora se pasarán por las Cortes, donde es posible que se hagan pequeños retoques, pero se mantendrá la esencia de los mismos.

Para hablar de impuestos en este país –ya sé que no le gusta a la derecha, que no cree en una justa redistribución de la riqueza-- hay que empezar por saber que la presión fiscal en España representa un 34,4% del PIB, mientras que en Europa ese porcentaje es del 41,1, casi siete puntos más. Lo que quiere decir que en nuestro país se pagan pocos impuestos, contamos con menos prestaciones para inversiones y gastos sociales. Esto es: Sanidad, Educación, Vivienda, Pensiones, Trabajo o Dependencia, entre otros departamentos.

Seguramente, en principio, el hecho de pagar impuestos no es algo apetecible. Sin embargo, se trata de un derecho y de una obligación. No se puede pretender tener un Estado del Bienestar aceptable si no se tienen los recursos necesarios. Por lo que, si nuestro modelo es un Estado Social y Democrático de Derecho, es imprescindible pagar más impuestos, o sea hacer caja, para conseguir mantener unas prestaciones aceptables, como las tienen países de nuestro entorno, como Francia o Alemania.

Pagar impuestos, para muchos es una carga que preferirían no aceptar, eso sí, cuando se les ve las orejas al lobo –por ejemplo, una pandemia--, esos mismos pretenden que les salve el culo la Sanidad pública, que han dejado coja en los últimos años. Cuantos más impuestos se paguen, más mejorarán nuestros servicios sociales. Y el pago justo de impuestos debe ser de forma progresiva.

En los presupuestos de 2021, los ingresos sufrirán una subida. Eso sí, pequeña, yo diría insuficiente, y afectará, fundamentalmente, a los ciudadanos más pudientes. Una misión de los impuestos es redistribuir, por lo que se trata de que pague más, quien más tiene y que se cubran servicios vitales de los que menos poseen.

Pues bien, el aumento de impuestos del años próximo será aproximadamente de 5.600 millones de euros (a decir de expertos, se trata de una cifra inflada), lo que apenas hace aumentar nuestra presión fiscal –en menos de un punto-- y nos mantiene lejos de la media europea.

El aumento del IRPF, por ejemplo, afectará (un 2% más) solamente a los que perciban más de 300.000 euros al año. Parece insuficiente y debería haberse aumentado los tramos a partir de los que cobraran más de 120.000 euros. Lo que supondría triplicar el aumento previsto, con el fin de obtener más ingresos y revertirlos en inversiones prioritarias en favor de los más necesitados.

Y qué decir de los impuestos de las empresas. No es aceptable que las más importantes ( por ejemplo, las del Ibex-35) tengan derecho a desgravaciones y exenciones fiscales que hacen que apenas paguen impuestos (de media entre un 5% y un 7%). Es inaudito, además de injusto, que las empresas con grandes beneficios paguen la cuarta o quinta parte de lo que pagan los asalariados. Y así nos va. Es aquí donde deberían aumentarse los impuestos. Bastaría con que estas grandes empresas tuvieran que pagar, al menos, el 15%, esto sí que sería un importante soporte de los ingresos.

Los otros impuestos, como las tasas Tobin y Google son razonables, así como los del IVA de los refrescos azucarados.

Es necesaria una reforma fiscal seria y completa. De forma que pague más quien más tiene. No se trata de hacer reformitas o acciones que apenas cambian las cuentas, porque nuestro Estado del Bienestar es algo que hay que reforzar, y no adelgazar como se ha hecho desde el año 2009.

La excusa de la pandemia no puede servir para aplazar más la necesidad de obtener más recursos. Ya veremos cómo, cuando se supere el coronavirus, la derecha seguirá tratando de beneficiar a los suyos y oponiéndose a que los que más tienen paguen más.

Si nuestra presión fiscal alcanzara la media de la europea podríamos disponer de unos 70.000 millones de euros más. De forma progresiva (en varios años) y con una reforma fiscal adecuada habría que conseguir más recursos, que nos pondrían a la altura social de los principales países europeos. Por cierto, aumentar la eficacia en la lucha contra la evasión fiscal y fomentar las reformas necesarias contra la elusión fiscal deberían ser un objetivo principal.

Salud y República